La bebida y su cuerpo
¿Cómo le afecta la bebida físicamente? Depende de quién sea
¿Por qué algunas personas se emborrachan antes y otras están como si nada? ¿Y por qué algunas personas no deberían beber nada en absoluto? Estos son algunos de los factores que determinan cómo puede afectarnos de manera diferente la bebida a cada persona.
Las mujeres son por regla general más pequeñas que los hombres y sus cuerpos contienen más grasa y menos agua. Esto significa que el alcohol que contiene cada bebida que se tome una mujer acabará estando más concentrado en su cuerpo que la misma cantidad en el cuerpo de un hombre, y hará que sienta los efectos del alcohol más rápido (1, 2).
El cuerpo de las mujeres también descompone el alcohol a un ritmo más lento que el de los hombres. El alcohol tarda más en eliminarse. Estas diferencias desempeñan un papel en los efectos que pueda tener la bebida sobre la salud de hombres y mujeres (3, 4). Las personas transgénero y las que estén llevando a cabo una transición deberían consultar a su médico acerca de cómo les puede afectar el alcohol.
La manera en la que su cuerpo procesa el alcohol depende de su edad.
Está demostrado que los niños y los adolescentes procesan el alcohol de manera diferente a los adultos, ya que sus cuerpos todavía se están desarrollando. Por este motivo, beber a una edad temprana puede dar lugar a efectos perjudiciales en etapas posteriores de la vida [5, 6]. La mayoría de los países tienen leyes que determinan un límite de edad legal por debajo del cual no se permite beber. Los jóvenes que aún no lo hayan alcanzado no deberían consumir alcohol (7).
Pero la edad también determina cómo procesan el alcohol las personas de más edad (8). La bebida afecta de manera diferente a los adultos jóvenes y de mediana edad. Al envejecer perdemos parte de nuestra capacidad de descomponer el alcohol (9). Puede permanecer más tiempo en nuestro organismo y, por lo tanto, puede que experimentemos sus efectos de manera diferente.
Al envejecer, tenemos más probabilidades de tener problemas de salud general que los adultos jóvenes, y algunos de ellos pueden verse agravados por la bebida. También es más probable que estemos tomando medicamentos que podrían reaccionar con el alcohol. Siempre es recomendable consultar a un profesional de la salud acerca de la bebida y de cómo puede afectarnos, especialmente cuando nos hacemos mayores.
Su tamaño y su peso importan
Normalmente, las personas de mayor tamaño tardan más tiempo en sentir los efectos de la bebida que las más pequeñas. El tamaño y el peso afectan a lo rápido o lo lento que se procesa el alcohol (11). También afectan a lo pronto que sienten los efectos embriagadores.
A pesar de estas diferencias, todas las personas —tanto las grandes como las pequeñas, las delgadas o las que tienen sobrepeso— son susceptibles a los efectos del alcohol y a los daños que produce el abuso de la bebida.
La manera en la que se siente después de beber puede depender de si está sano o enfermo, y si está tomando medicamentos y cuáles son. A las personas que padecen determinadas enfermedades o afecciones se les puede recomendar que reduzcan la cantidad que beben o que no beban en absoluto (12-15). Debe consultar a un profesional de la salud si puede tomar bebidas alcohólicas si está recibiendo tratamiento para una enfermedad,.
Los medicamentos incluyen a menudo advertencias importantes que desaconsejan el consumo de alcohol, ya que se pueden producir reacciones que pueden afectar a la manera en la que se siente, su estado mental y la eficacia del medicamento (10).
Algunas personas no pueden procesar eficientemente el alcohol debido a una diferencia genética que afecta a la manera en la que este se descompone en su organismo (16, 17). Esta variante genética es más común entre personas de origen chino, japonés y coreano que entre otros grupos (18). Puede que las personas que presentan esta deficiencia se sonrojen y se sientan enfermas y mareadas con tan solo beber pequeñas cantidades de alcohol, incluso si en están sanos cualquier otro aspecto .
El historial familiar y la genética también son parte del motivo por el cual algunas personas desarrollan un Trastorno por Consumo de Alcohol o «alcoholismo» (16, 19). Este problema puede transmitirse durante generaciones en algunas familias (20, 21). Las personas que tienen problemas con la bebida o que no puedan dejar de beber deben consultar con un profesional de la salud para obtener orientación y pueden necesitar tratamiento.
El consumo de drogas afecta a su experiencia con la bebida
El alcohol actúa sobre el cerebro y el sistema nervioso, que es donde produce muchos de sus efectos. La naturaleza y el alcance de estos efectos dependen de la cantidad que beba, así como de su edad, peso, sexo y muchos otros factores que se enumeran en esta sección.
Drogas como el cannabis, los opiáceos, las anfetaminas y otras, ya sean legales o ilegales, también actúan sobre el cerebro (22, 23). Pueden llegar a reaccionar con el alcohol y su efecto combinado puede ser fuerte e impredecible (24). Combinar drogas y alcohol puede ser peligroso y potencialmente letal, dependiendo de cuánto beba y de las drogas que consuma. No debe mezclar alcohol con medicamentos con receta sin consultar a un profesional de la salud. No debe tomar nunca drogas ilegales, y menos aún si las mezcla con alcohol.
Lo que come y lo que bebe afecta a la manera en la que su cuerpo procesa el alcohol
El motivo es muy sencillo. Comer reduce la velocidad a la que el alcohol pasa al torrente sanguíneo y lo rápido que siente sus efectos (11). Mantenerse bien hidratado bebiendo bebidas sin alcohol y agua, ayuda a su cuerpo a procesar el alcohol y eliminarlo de su organismo después de descomponerlo. Siempre es una buena idea comer cuando bebe y alternar el consumo de alcohol con el de otras bebidas.
Pero comer y tomar líquidos no va a evitar que se emborrache ni va a mitigar los efectos que pueda tener un consumo excesivo en su cuerpo.
Referencias
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