¿Qué significa ser un bebedor consciente?

Es sorprendente cuántos de nosotros no somos conscientes de lo que bebemos. ¿Se ha vuelto a llenar alguna vez la copa sin darse cuenta, o se ha tomado otra solo porque estaba allí, por ejemplo? O quizá ocurre casi sin que se dé cuenta de cuánto ha bebido.

Beber de manera consciente es un enfoque sencillo que se basa en la filosofía y las prácticas de la atención plena. Las habilidades de la atención plena son sencillas de explicar —prestar atención, sentir curiosidad por su experiencia, tratarse a uno mismo de manera amable—, pero practicarlas y convertirlas en hábitos lleva su tiempo. Si a veces sentimos como si fuéramos por la vida con el piloto automático puesto, el acto de prestar atención es un buen punto de partida.

Si hay una situación en su vida relacionada con la bebida que le esté haciendo infeliz y quiere adoptar un enfoque más consciente en cuanto a sus hábitos, hay cuatro preguntas que puede hacerse para reunir información sobre lo que está ocurriendo.

¿Dónde?

Es probable que sus hábitos de consumo cambien dependiendo del lugar, algo que puede deberse a que sea habitual un mayor consumo en estas ocasiones. Por ejemplo, compare cuando se toma una cerveza en un bar con un amigo o cuando se la toma solo en casa. Por ello, es útil prestar atención a dónde se encuentra y tener cuidado si suele beber más de lo que le gustaría en lugares concretos.

¿Cuándo?

Muchos de nosotros tenemos hábitos de consumo determinados por el reloj —«¿son ya las seis de la tarde»— o quizá solo se permite a sí mismo beber alcohol los fines de semana. Prestar atención a sus rutinas puede poner de manifiesto cualquiera que le haya dejado de funcionar.

¿Quién?

El resto de las personas no son responsables de que beba, pero es útil darse cuenta de si tiene amigos con los que se encuentra más cómodo cuando bebe. O quizá haya personas que evite cuando está bebiendo. ¿Tiende a beber solo?

¿Qué?

Sus preferencias son importantes en lo que respecta a la bebida. Hay poca gente que no beba absolutamente nada. Así que sea consciente de qué bebe y qué ocurre cuando lo hace. ¿Hay algún tipo de bebida en particular que sepa que es mejor evitar? ¿O que disfrute realmente?

Puede cambiar sus hábitos de bebida cambiando lo que bebe. Elegir opciones que tengan una graduación inferior a 0,5 %abre la puerta a un amplio y creciente abanico de cervezas, vinos e incluso destilados sin alcohol. Estas son grandes opciones si quiere reducir o dejar el consumo sin sentir que se está perdiendo algo.

No pasa nada por probar cosas nuevas y ver lo que ocurre. Piense en su vida como un experimento continuo sobre el cambio de conducta.
- Dru Jaeger

Utilice sus respuestas para hacer cambios

No necesita convertirse en otra persona si quiere cambiar sus hábitos de consumo Su conducta está definida por el mundo que le rodea, así que utilice la información que haya reunido para cambiar cualquier situación en la que beba más de la cuenta. No pasa nada por probar cosas nuevas y ver lo que ocurre. Piense en su vida como en un experimento continuo de cambio de conducta y concéntrese en modificar su entorno para facilitar la toma de decisiones.

Aquí tiene un ejemplo de la vida real. Imagine que tiene un grupo de amigos con los que le gusta pasar la noche del sábado, pero se ha dado cuenta de que el beber se les está yendo de las manos. La pregunta «¿con quién?» le recuerda que sus amigos son importantes para usted y no quiere evitarlos totalmente. Pero la pregunta «¿cuándo?» le sugiere la idea de quedar a una hora del día diferente. Puede sugerir un almuerzo el domingo en vez de unas copas el sábado por la noche. Es un cambio sencillo que protege su tiempo de calidad con las personas que le importan.

Empiece por prestar atención a dónde, cuándo, con quién y qué bebe. Luego puede empezar a ajustar las circunstancias de su vida, basándose en lo que haya percibido. De esto es de lo que trata el consumo consciente, y se empieza por prestar atención.