La bebida y su mente
«Soy más gracioso cuando bebo». Desmintiendo este y otros mitos sobre la bebida
No es el único que se ha preguntado alguna vez cómo afectaría cambiar su relación con la bebida a su vida social. Le afectaría, dice Dru Jaeger, pero de una forma positiva que nunca habría imaginado.
Vivimos en una cultura en la que beber y socializar parecen a menudo ir de la mano. Si está pensando en reducir el consumo o detenerlo, puede que se pregunte si su vida social se va a ver resentida.
Socializar con éxito sin alcohol puede incrementar su seguridad en sí mismo. Una noche sin beber no tiene por qué ser una noche a solas. Vamos a examinar algunos de los mitos sobre la bebida y la socialización para que pueda salir y pasarlo bien.
Si bebe para sentirse más seguro de sí mismo en situaciones sociales, dese cuenta de que la seguridad en sí mismo sale de usted, no de una botella.
- Dru Jaeger
«Soy más gracioso cuando bebo».
El alcohol reduce sus inhibiciones, por lo que es más probable que usted y su público se rían. Pero el humor alimentado por el alcohol puede llegar a ser complicado. La sobriedad agudiza el ingenio, le ayuda a interpretar a su público y, en última instancia, hace que sus chistes sean más rápidos y graciosos.
El alcohol no le convierte en algo que no es. Si bebe para sentirse más seguro de sí mismo en situaciones sociales, dese cuenta de que la seguridad en sí mismo sale de usted, no de una botella. Respire profundamente y relájese. Escuche a los demás, apóyese en lo que dicen y deje que su sentido del humor natural salga a la luz.
«Tengo que llevar el ritmo de mis amigos»
Si su grupo de amistades se centra en beber juntos, llevar a cabo un cambio puede parecer abrumador. Muchas personas tienen amigos que siempre están dispuestos a tomarse otra copa, o que de pronto aparecen con una ronda de chupitos. La presión de grupo es real.
Pero, a pesar de las expectativas sociales, recuerde que beber no es nunca una obligación. Si sus amigos beben, no tiene que darle demasiada importancia a su decisión de no hacerlo. La mayoría de las personas estarán contentas de pasar tiempo con usted y no les importará lo que tenga en el vaso.
Si alguien se ofrece a invitarle, es porque por lo general quiere incluirle en el grupo. Recuerde que también puede pedir algo sin alcohol Y ofrézcase a ayudarle en la barra si no se fía por completo de que no le vayan a pedir la tónica con una medida de ginebra.
«Beber es la parte más importante de una fiesta»
uno de los momentos más memorables para muchas personas que cambian sus hábitos a largo plazo, es su primer evento social importante. Ir a una fiesta y reducir el consumo o no tomar alcohol puede ser revelador.
En primer lugar, se ve de golpe a todas las personas que no están bebiendo: los que se han comprometido a conducir, los que trabajan temprano, las embarazadas. Siempre puede encontrar entre ellos a alguien interesante con quien hablar. ¿Y cuál es la mejor parte de socializar de esta manera? Recordará todas las conversaciones que haya tenido cuando se despierte.
Puede que le preocupe caer bien, pero caerse bien a uno mismo es más importante. No importa si es una persona divertida, seria o ni lo uno ni lo otro: usted es perfecto tal y como es.
- Dru Jaeger
«La gente que no bebe es aburrida»
Puede que piense que las personas que no beben son aburridas si asocia socializar con beber. Tampoco ayuda el hecho de que utilicemos la palabra «sobrio» como sinónimo de seriedad. Hay un mito bastante extendido de que la gente que deja de beber también deja de ser divertida. Si le preocupa que en el fondo usted pueda ser una persona un poco aburrida, esto puede hacer que dude incluso de reducir el consumo.
Ser divertido y ser popular parecen ir asociados. Puede que le preocupe caer bien, pero caerse bien a uno mismo es más importante. No importa si es una persona divertida, seria o ni lo uno ni lo otro: usted es perfecto tal y como es.
¿Cuántas veces ha seguido bebiendo en vez de admitir que no se lo está pasando bien? Póngase a sí mismo en primer lugar, y sea el primero en irse de una fiesta si le apetece.
«Soy tímido y necesito el alcohol como ayuda para relacionarme»
Si siente ansiedad, puede que la situación empeore cuando esté con otras personas, y puede que recurra a la bebida para superarlo. Pero usted no es el único. Beber para gestionar la ansiedad social es algo sorprendentemente común.
Sin embargo, esto puede empeorar el problema. La ansiedad social puede estar basada en el miedo a no caer bien si la gente le llega a conocerle realmente. Beber para gestionar la ansiedad es por lo tanto una táctica bastante arriesgada: si bebe demasiado, podría no causar una buena impresión.
El alcohol tiene la capacidad de hacernos ignorar cosas, incluyendo la ansiedad social. Pero también puede afrontar su timidez dirigiendo su atención a otras personas. Busque una persona que parezca amable y hágale preguntas. A las personas les gusta hablar de sí mismas, y eso puede quitarle a usted el protagonismo durante un tiempo.