La bebida y su mente
Seis maneras positivas de manejar la ansiedad social
Es bastante común utilizar la bebida para facilitar ciertas situaciones sociales. No obstante, la doctora Jessamy Hibberd cree que hay maneras más efectivas y a largo plazo de sentirse seguro y de pasarlo realmente bien.
La ansiedad social es un problema común. Muchos de nosotros creemos que, a menos que trabajemos duro para esconder nuestras carencias, seremos juzgados o rechazados por ellas. Quizá se sienta como alguien aburrido o poco interesante, o está preocupado por hacer siempre comentarios inoportunos. Quizá tema ser criticado por la ropa que lleva o por lo que ha conseguido (o no) en la vida.
Pero si sufre de ansiedad social, su estado de ánimo antes de un evento social —ya sea un encuentro en un bar, una fiesta de trabajo o una reunión familiar— no es un buen indicador de cómo va a salir. Si sucumbe a estos sentimientos negativos y nunca acude a situaciones sociales, perderá unas conexiones importantes y su vida será en consecuencia más pobre.
Normalmente, aconsejar a una persona tímida o ansiosa a que «simplemente se deje llevar y sea ella misma» no suele servir de mucho. Cuando se sufre de ansiedad ser uno mismo es precisamente el problema Existen maneras de superar la ansiedad social y empezar a disfrutar más estas situaciones. Intente poner en práctica algunos de estos consejos en vez de beber como forma de hacer frente a la ansiedad social.
No espere hasta que le resulte cómodo.
Un error muy común es hacer actividades sociales solo cuando le apetezca. Puede que tenga la esperanza de que su mente se ponga en marcha y empiece a apoyarle. La mente juega normalmente en su contra, busca motivos para convencerle de que no vaya. En vez de eso, intente utilizar la «acción opuesta»: cuando la ansiedad diga «no», intente hacer lo contrario. Con el tiempo se convertirá en un hábito.
Los «y si...» parecen muy creíbles. Hacen que desee encerrarse y esconderse. Pero son preocupaciones por cosas que todavía no han ocurrido y que probablemente nunca ocurran.
- Dr.ª Jessamy Hibberd
Evite los «y si...».
es fácil empezar a predecir lo peor cuando siente ansiedad. ¿Y si hago el ridículo? ¿Y si la gente no quiere hablar conmigo? ¿Y si no puedo con ello? Los «y si...» parecen muy creíbles. Hacen que desee encerrarse y esconderse. Pero son preocupaciones por cosas que todavía no han ocurrido y que probablemente nunca ocurran. Cuando la ansiedad empiece a hablar, pare, dé un paso atrás y recuérdese a sí mismo: «los pensamientos no son hechos».
Asegúrese de recordar exactamente cómo van las cosas. Puede que temiera que iba a pasarlo fatal y que nadie iba a hablar con usted, pero en realidad, aunque se sentía nervioso al llegar, acabó siendo una experiencia positiva. Intente retener esto en su memoria y recuérdelo de vez en cuando.
Concéntrese en el «ahora».
Es bastante común utilizar «comportamientos de seguridad» para reducir la ansiedad, como mirar el teléfono, tomarse otra copa, preparar preguntas o ensayar de antemano lo que va a decir. El problema es que lo más probable es que esto dé la impresión de lo que precisamente está intentando evitar —puede parecer distante o desinteresado, o puede emborracharse rápidamente—, causando más problemas.
Intente afianzarse en lo que le rodea. Concéntrese en dónde está y en qué está haciendo para distraerse y darse un respiro de la ansiedad. Deje los comportamientos de seguridad, intente salir de su cabeza y concéntrese en lo que le dicen. Escuche realmente lo que le está diciendo la otra persona, ya que esto deja espacio para la curiosidad, las preguntas auténticas y la posibilidad de ser usted mismo. Esto significa que proyectará una imagen más sociable y lo pasará mucho mejor.
Entienda que nadie le va a examinar tanto como usted se examina a sí mismo
Cuando se siente ansiedad social, es fácil asumir que todo el mundo está fijándose atentamente en su vida. Pero la realidad es que la mayoría de la gente está más interesada en sí misma, preocupada por su propia vida y por sus propios miedos e inseguridades.
El escrutinio al que nos sometemos a nosotros mismos es completamente diferente del que aplicamos a los demás. Piense en cuando está viendo fotos con un amigo —va pasando las fotos, pero cuando llega a una en la que él sale, la mira durante más tiempo.
Imagine que tuviera una persona todo el día detrás diciéndole las cosas que le dice la ansiedad social. Estaría sorprendido y dolido y, sin embargo, esto es lo que se está usted haciendo a sí mismo todo el día.
- Dr.ª Jessamy Hibberd
Vea la ansiedad como la acosadora que realmente es
La ansiedad social suele estar asociada a la autocrítica, al menosprecio de sí mismo o a las preocupaciones sobre la opinión que puedan tener de usted otras personas. Imagine que tuviera una persona todo el día detrás diciéndole las cosas que le dice la ansiedad social. Estaría sorprendido y dolido y, sin embargo, esto es lo que se está usted haciendo a sí mismo todo el día. Intente ser más amable consigo mismo y pregúntese qué le diría a un amigo que estuviese en la misma situación.
Entienda que la inseguridad y las dudas son humanas
La inseguridad aumenta de volumen cuando piensa que el resto de la gente sabe lo que hace y que usted es el único que encuentra incómodas las situaciones sociales. Hasta las personas que usted considera seguras de sí mismas se sienten a veces inseguras. Puede que solo sean buenas transmitiendo una impresión de seguridad, como cisnes que se mueven suavemente por la superficie, aunque no vemos que en realidad están pataleando bajo el agua. En realidad, todos dudamos de nosotros mismos a veces y tenemos las mismas preocupaciones, inseguridades y miedos. Forma parte de lo que es ser humano; nadie es perfecto y no pasa nada.